lunes, 4 de abril de 2011

¿ La Radio Afición es Aburrida ?

LA RADIOAFICIÓN ES ABURRIDA (por EA3DDK) Relato a manera de cuento reflexivo.





-La radioafición es aburrida- Con estas palabras me desarmó el hijo de una vecina con el cual había coincidido en la terraza del edificio donde vivimos.






La historia empezó unos días antes, cuando subí a la terraza del edificio para realizar unas tareas de mantenimiento de las antenitas que tengo instaladas. Sólo se trataba de una inspección visual rutinaria para comprobar que todo estaba en su lugar. Allí me encontré con Paquito, un chico de trece años que estaba jugando con un viejo "gualquitalqui", comunicándose con otro vecino del bloque de enfrente. Esos "gualquis" operan en la frecuencia de 27 MHz. de Banda Ciudadana, concretamente en el canal 14 (27.125 MHz) Estuvieron de moda entre las décadas de los años setenta y ochenta del siglo pasado, pero aún pueden verse algunos modelos en bazares y jugueterías. Su manufactura es muy deficiente y la calidad de transmisión horrible. Sin embargo, ambos chicos parecían divertirse mucho intentando descifrar lo que se decían uno a otro entre el ruido de fondo, las interferencias de toda índole y los continuos cortes de emisión debidos a fallos de los aparatos. Estuve un rato observándolos mientras recordaba que muchos años atrás yo también había hecho cosas parecidas. En un viaje a Andorra, compré mi primer "equipo" de radio. Era una pareja de "guarquitarquis" que fallaban más que una escopeta de feria, pero que me permitieron escuchar las primeras emisiones de los que yo pensaba que eran "radioaficionados" En realidad no lo eran. Se trataba de usuarios de Banda Ciudadana, que nada tiene que ver con la radioafición aunque copien su "modus operandi".






Mientras me perdía entre recuerdos de juventud, noté un tirón en la manga de mi camisa. Era el chico del 5º2ª que tironeaba mi ropa para llamarme la atención. Salí de mi ensimismamiento y lo miré interrogadoramente. - ¿Es tuya esta antena?- preguntó al mismo tiempo que señalaba el pequeño mástil con una corta antena vertical de V-UHf, otra para la recepción de satélites meteorológicos y un hilo largo que transcurría discretamente, casi invisible, a poca altura y entre el resto de elementos de la terraza. - Sí, en efecto, es mía- afirmé mientras trataba de prepararme para la siguiente pregunta que creía estaría relacionada con la típica curiosidad infantil por esas cosas cargadas de misterio que yo me proponía aprovechar para soltarle una breve disertación sobre radioafición, en un intento de acaparar su atención e introducir el gusanillo de la radio en aquella joven mente.






- ¿Es para conectarte a la red de WIFI?- preguntó el chico. - ¿Qué, cómo?- Exclamé sorprendido ante una pregunta tan inesperada. - ¿Digo que si la usas para conectarte a internet por wifi? ¿Conoces alguna red gratuita? ¿Juegas on-line? ¿Cual es tu nick en el Messenger?-






Apabullado por tal batería de preguntas casi me quedé sin habla durante algunos segundos, tiempo que el chico aprovechó para enviar otra andanada. - ¿Qué ordenador usas, portátil o fijo? ¿Tu router es por cable o inalámbrico? ¿A qué velocidad trabaja la CPU? ¿De cuanta memoria RAM dispone?-






Cuando se calló para tomar aire, aproveché para cortar su perorata de forma ingeniosa... -No, no, no...- balbuceé. -No es una antena para "güifi". Son las antenas que uso para mi estación de radio. -¿Estación de radio?- exclamó sorprendido, y añadió -¡ah, ya lo entiendo, juegas con algún simulador de trenes...! -¡No!- me apresuré a cortar de nuevo. -No es ninguna estación de trenes. Se trata de una estación de radioaficionado. Son las antenas a las que van conectadas mis emisoras de radio. -¿Tienes una emisora de radio?- preguntó sorprendido. -¿Es una emisora local? ¿Qué música pones? ¡A mi me gusta el Hip-Hop!






Desde luego, el chico era rapidísimo encadenando preguntas. Pero cada vez se alejaba más de la realidad. ¿O debería decir de "mí" realidad? Cuando vi que abría de nuevo la boca, levanté la mano e hice como si cortara el aire al mismo tiempo que añadía. -¡Para un momento, chico, déjame hablar a mí! -Nada de lo que supones. No se trata de una emisora de radio local, sino de una emisora de radioaficionado.






Yo soy radioaficionado, y con mis equipos de radio conectados a estas antenas puedo hablar con otros radioaficionados dispersos por todo el mundo-. Después de soltar la parrafada, lo miré fijamente esperando que en su cara apareciera la sorpresa y el interés o, al menos, curiosidad por lo que acababa de decirle. Pero su rostro permanecía expectante, como si esperara que continuará hablando. -¡Qué te parece!- pregunté con cara de satisfacción, y continué. -Mis equipos de radio son miles de veces más potentes y versátiles que esos "gualquitalquies" con los que jugáis. Con estas antenas alcanzo todos los confines de la tierra. Donde hay una estación de radioaficionado, allí puedo llegar yo, si las condiciones atmosféricas lo permiten, claro. -¿Eso es todo?- preguntó inocentemente, poniendo cara de fastidio. -¿Te parece poco?- exclamé.






Me parecía increíble que el chico no saltara como un resorte y me pidiera a gritos que le mostrara las maravillas que podía hacer con mi estación de radio. Sin embargo, el chiquillo no parecía en absoluto impresionado, al contrario, su cara mostraba más aburrimiento que otra cosa. -¡Bah! Con mi ordenador portátil también puedo hablar con internautas de todo el mundo, además puedo escribirles mensajes instantáneos, enviar y recibir fotografías, videos y música, verlos mientras converso con ellos y, al mismo tiempo, navegar por la red buscando información que me interesa y, además, hacer los deberes de la escuela. -Pero, pero... ¡no es lo mismo!- balbuceé anonadado. -Claro que no es lo mismo- respondió el mozalbete -¡Es mucho mejor!- dijo riéndose. -¡No puede ser!- atiné a contestar muy compungido. -






La radioafición es aventura, investigación...! Cuando dices aventura, ¿te refieres a las aventuras que pasaste para que te dieran permiso para montar tus antenas?- se burló el chico. -Mi padre nos explicó lo que sufriste con la negativa de la vecina del cuarto. También nos contó el relato que hiciste en la asamblea de vecinos, explicando tus esfuerzos para aprobar un examen de electrónica, los permisos que tuviste que pedir a Telecomunicaciones, el dineral que te pedía la empresa instaladora de antenas, lo caros que eran tus equipos, que por otra parte no puedes modificar ni actualizar...






¡Basta, basta!- grité horrorizado al recordar el esfuerzo sobrehumano que tuve que realizar para superar todos aquellos impedimentos. -La radioafición es ciencia, técnica, investigación, experimentación- dije, sacando a relucir los viejos argumentos que usábamos para legitimar la radioafición, pero el chaval me cortó apostillando-¿Ciencia, técnica, investigación, experimentación...? ¿Conoces algún científico que use estos viejos aparatos de radio para realizar investigaciones y experimentos, o tan siquiera comunicarse entre sí? ¡No, por supuesto que no! Todos los científicos usan ordenadores conectados a internet. -






Pero los radioaficionados colaboramos humanitariamente en caso de catástrofes y accidentes...- añadí muy poco convencido-¿Te olvidas de los teléfonos móviles? Todo el mundo tiene uno o varios teléfonos móviles. Si alguien tiene un accidente, es mucho más rápido y efectivo llamar directamente al 112 que pedir ayuda a través de un repetidor invadido por piratas y pirados, según te oí comentar una vez cuando hablabas con otra persona mayor. -Tal vez, pero cuando hay una gran catástrofe, la telefonía e internet fallan- añadí satisfecho de haber encontrado una grieta en sus argumentos. - Ja, ja, ja. rió el chiquillo. -Te olvidas de los satélites. Yo puedo conectarme a internet por satélite y, mediante un programa telefónico gratuito, puedo ayudar mucho más en unos minutos que tu haciendo llamadas CQ durante horas. –Por cierto, ¿lo de CQ no tendrá algo que ver con Caiga Quién Caiga?- añadió socarrón.






Me sentía como un boxeador en KO técnico. El chico era demasiado para mí. ¿Con qué lo alimentaba su madre para que con sólo trece años supiera tanto de todo? ¿Tenía algo que ver el Cola-Cao o eran las supuestas radiaciones nocivas de las antenas de telefonía móvil en las proximidades de su escuela? En todo caso, me salvó la campana. Quiero decir que en aquel momento sonó mi móvil, cosa que me permitió tomarme un respiro y hacer tiempo antes de continuar con aquella discusión que intuía perdida. Era mi esposa que me llamaba para que bajara a comer. -Lo siento, chico, pero he de volver a casa. De todas maneras, ha sido muy interesante hablar contigo. Me gustaría que vinieras a casa algún día para que te enseñe como es la radioafición...- añadí en un vano intento de reproducir viejas e inútiles formas de llamar la atención a la juventud. -Gracias, pero no es necesario que me enseñes como es la radioafición. He visitado diversos foros de internet y ya he visto como se insultan y pelean los radioaficionados entre sí. En vez de hablar de las supuestas investigaciones técnicas y experimentaciones que comentas, sólo pude leer opiniones sin sentido y tonterías por el estilo, con un montón de faltas de ortografía. Se nota que los radioaficionados leéis poco. En cambio, en los foros de los internautas informáticos se explican diversas técnicas para sacar el mejor provecho de los ordenadores y se ayuda a los novatos para que aprendan cada día más. Esta fue la puntilla que acabó conmigo. O eso creía, porqué el muchacho aún tenía guardada otra pulla. Nos despedimos y cuando me alejaba me llamó. Me di la vuelta con la esperanza que hubiera reconsiderado mi ofrecimiento y aceptara venir a visitarme para ver mi estación (o debería decir apeadero) de radioaficionado. -No le des más vueltas viejo, la radioafición ya no interesa a nadie. No tiene ninguna utilidad y, sobre todo, la radioafición es aburrida, muy aburrida.






Definitivamente, tocado y hundido.






CONCLUSIONES: Hemos cometido tantos errores en la última década que ahora sólo sabemos lamentarnos como Boabdil el Chico(1) . Definitivamente, no hemos aprendido nada. O reinventamos urgentemente una nueva radioafición o mejor cerramos las puertas y desaparecemos dignamente. (1)Cuando el viajero sale de Granada puede divisar por última vez la ciudad desde el Suspiro del Moro, antes de descender al Valle de Lecrín. En este lugar es donde se dice que Boabdil, el último rey nazarí, después de haber firmado las Capitulaciones con los Reyes Católicos, dirigió por última vez la vista a Granada y lloró por la pérdida de su querida ciudad. Cuenta la leyenda que al verlo su madre le dijo: "Llora, llora como mujer lo que no supiste defender como un hombre".






Articulo escrito por EA3DDK Contacto: elradioaficionadopatitieso@hotmail.com

















Observación:






Después de leer este divertido –pero no menos serio relato-, me dio vueltas en la cabeza, un buen rato, la idea apocalíptica (ideas muy de modas últimamente) de que también en tiempos futuros ocurriría una especie de Fin de Mundo de la Radio Afición, o sea, de que la Radio Afición iría de mal en peor con el transcurso de los años, hasta desaparecer victima de la “Modernidad” o su Mediocridad.







Así ha sido. Las antiguas reuniones nacidas espontáneamente entre algunos amigos dedicados a la radio afición y que tenía por objeto, o elemento de atracción, el intercambio de conocimientos, experiencias, desarmar algún cachivache, levantar una antena, hacer un trueque, o prestarse algún libro o circuitos que permitían mejorar la transmisión o algo así, hoy se ha transformado en reuniones sociales para degustar un Té, un trago, un asado, conversar sobre los modelos de equipos emergentes en boga, alabar las bondades de alguna marca, los precios versus prestaciones, y seguramente convertir los encuentros en una feria de ostentación y arribismo, tan propio de un país emergente como el nuestro.







La mayoría de los Radio Clubes ha sido dirigido por gente que de electrónica, experimentación o desarrollo de proyectos de investigación no ha tenido ninguna competencia. O sea y quiero decirlo claramente: gente que de Radio sabía muy poco o nada, y lo digo con todo respeto por otras aptitudes administrativas que tampoco concluyeron o redundaron en beneficio de algún radioaficionado dedicado a experimentar o desarrollar algún sistema o estructura relativa a nuestra actividad. La mayoría de las actividades estaban destinadas a la adquisición de sede, instalación de repetidoras y no sé qué más… pero ningún beneficio para aquellos que estudiaban, desarrollaban o trabajaban en algún proyecto que tuviera que ver con la Radio Afición. No pocas veces las disputas entre importantes Radio Clubes terminaron con la confianza y calidad de los mismos. También, muchos esfuerzos realizados por unos pocos concluyeron con el silencio y retiro de esta actividad y por el empoderamiento de aquellos que siempre se han sentido mentores de la verdad…. Convirtiendo la Radio Afición en un NEGOCIO.







El más importante Radio Club del país declaró miembro honorario a quien en ningún minuto departió o participó de alguna actividad propia de un Radioaficionado y solo fue el recurso interesado para obtener alguna clase de favor olvidado en el tiempo. Me refiero a ex XQ3GP, Capitán General Vitalicio y ex Presidente de la Republica don Augusto Pinochet Ugarte. No hay que olvidar que la Radio Afición Chilena tuvo entre sus filas a agentes de la DINA(dirección de Inteligencia Nacional) y de la CNI (Central Nacional de Informaciones), miembros del Cicar (Centro de Inteligencia de Carabineros), y de ninguna manera "practicando el Hobby" como quien dice.etc.







Suma y sigue: La mayoría de los legendarios Radio Clubes Universitarios no funcionan por falta de actividad, socios e interés (ejemplos: Radio Club Escuela de Química y Farmacia de la U. de Chile, Radio Club Escuela de Ingeniería de la U. de Chile. Radio Club USACH, Radio Club de la Universidad de la Frontera, Radio Club Universidad Austral, Radio Club Universidad Andrés Bello…etc. etc.).







Gran parte de los nuevos “radio aficionados” desde hace una o dos décadas pasadas, provienen de una escuela que es una mala copia de lo malo que trascurre entre los radio aficionados (Banda Civil o Banda Ciudadana, respetando algunas excepciones). También Bomberos, gente de la Defensa Civil, Guardias de Seguridad –entre otros- se interesan por los aparatos de radio y por la posibilidad de hablar y comunicarse aprovechando las generosas concesiones que otorga una licencia, pero un verdadero afán de comprender el origen de la Radio Afición y sus misterios no existió jamás. Un gusto sin límite por las cosas bonitas, carencia absoluta de conocimientos básicos, pruebas para ascender de categoría completamente viciadas, arregladas, corrupción, “arreglines”, “chanchullos”, no han contribuido en lo absoluto a mejorar el estado de cosas.







La mayoría representa la mediocridad reinante, y es la encargada de hacer desaparecer a aquellos que interesados de verdad por esta actividad, encuentran a su paso silencio, burla, quejas, llamados de atención y atropello. Lo digo claramente: La Radio Afición Chilena tiene una excelente y desarrollada tecnología proveniente de equipos Japoneses, pero MEDIOCRES radio operadores (vuelvo a considerar: salvo honrosas excepciones) Es vergonzoso escuchar las ignorancias de algunos XQ´s (Categoría superior) o CE (Categoría General). Tampoco se trata de que todos deben ser ingenieros o técnicos en la materia, la diversidad es necesaria, es verdad. Aquellos que solo quieren apretar un botón para hablar deberían ser eximidos de todo examen de carácter técnico, pero irremediablemente demostrar un nivel mínimo de CULTURA, en otra clase de control o prueba.







El tema es: qué pasará con la Radio Afición Chilena en el futuro?







Los mediocres irán desapareciendo gradualmente. Continuaran los mejores hasta el fin. Habrá creadores, buscadores, inteligentes miradas, gente que Ame sinceramente y sin egoísmo su actividad. Sin embargo la existencia de medios rapidísimos para ascender cualquier montaña (helicópteros por ejemplo) los hombres continuarán ascendiendo al Everest o el Aconcagua o a las altas cimas realizando ESFUERZOS, escalando sus escarpados muros, soportando la intemperie, la falta de oxigeno, y a pesar de la incomodidad y costo de los libros siempre habrá lectores, y a pesar de que todo transcurrirá rápido, vertiginoso y “moderno”, siempre existirán hombres que buscarán lo esencial, siempre. Eso es lo que creo.



73´s



XQ2DWO





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REFLEXIONES de un "Charli Delta"






Estimado Walter.



Que interesante tu artículo, en mi caso personal me ha tocado reencontrarme nuevamente con la radioafición después de veinte años de ausencia, y en gran parte motivado por este fenómeno de deshumanización de la radioafición, quizás.Mi primera licencia de aspirante fue en 1980 donde me tocó ser el Alpha-15441, tiempos de mayores restricciones sin duda, al paso del tiempo me tocó llegar a ser CE3DJA, todo esto hasta bastante antes del 2000 fecha en que se instaura la nueva ley, la guía digital, y el advenimiento de los Charlie Delta con todos los reparos que la tradición terminó por imponerles.



Después del terremoto pasado, mi sentido de supervivencia me inspiró a mí y a mi padre a volver a reconciliarnos con la radioafición, y bueno aquí estoy reinventándome y sintiendo de primera fuente la experiencia de ser un mero y simple aspirante.




Mi primera experiencia de bienvenida fue percatarme que no existía, que si bien creía que era yo quien se divorciaba de la radioafición, en rigor había sido esta que se divorció de mí, al grado de desaparecer de mi propia historia.Apelé, reclamé con profundo pesar y humildad, pero lo cierto que al no poder enarbolar mis licencias o documento alguno que dijera quien era, tuve que resignadamente volver a nacer en rigor que de seguro gastaría más tiempo en apelar, que simplemente comenzar a caminar el camino ya andado. Y bueno.... aquí estoy de nuevo. Fortalecido después de todo, ya que siempre toda ley pareja será justa, y honorable el acatarla. Por lo menos después de muchos años ya, yo sigo pensándolo y creyéndolo así.




Mi primera recepción ha sido en parte una mezcla curiosa de “dulce y amargo”, una gran acogida por parte de mis pares y algunos buenos CE, y reacciones de fría indiferencia por parte de otros estimados colegas con licencia general o superior. Cosas tan simpáticas como que en una rueda no te pasen el cambio, o como que en una acotación de carácter técnico le sea respondida a otro “Charlie Echo” y no a mí que la comenté y/o la propuse; lo máximo ha sido que por sobre tu nombre o distintivo seas reconocido y llamado como “el aspirante”, mecanismo de defensa que se ha activado automáticamente al haber tratando de “tú” al colega de licencia general o superior; o peor aún, haber hablado en un lenguaje técnico no entendible sobre algún fenómeno o experiencia personal que escapa claramente a la experiencia del corresponsal, ya que dicho sea de paso fue mi elección profesional por añadidura.




Lo menor ha sido el nerviosismo y cautela con que algunos buenos CE enfrentan una conversación técnica y de experimentación con un CD, tratando de no dejar notar con sus pares, que más que enseñando pueda estar aprendiendo “del aspirante”. quizás para no perder currículum con sus pares. ¿Y como lo notas? Por el trato recibido en la repetidora de VHF, en contraste al afectuoso trato recibido por el messenger.





Francamente esto no me lleva a crisis existencial alguna, pero sí, me llama a reflexionar y muy inspirador ha sido en este contexto tu artículo. Yo amigo creo haber entendido que el problema se origina por la eterna maldición que cae sobre los seres humanos, llevándolos viciosamente a la construcción de paradigmas y estereotipos de toda índole, a fin de conseguir visión, posición, y auto confirmación.Lo malo es que terminamos encerrándolo todo en estas imágenes estáticas, para explicar lo que no se entiende debido a su eterno movimiento y cambio. ¿Y quizás todos de alguna manera caemos en lo mismo? Por ejemplo, si preguntáramos sobre que es ser un buen radioaficionado. Nos encontraríamos con las mismas imágenes del experimentador, del operador de emergencias, del director de radioclub, del instalador de repetidoras, del federado, del XQ, del maestro, del aprendiz, etc. Poca o ninguna lógica aparente puede tener que la respuesta apunte a todas las alternativas o a ninguna de ellas. También están los que se revelan a esto posterior a alguna experiencia personal que ha marcado una huella traumática. Y así nacen los caudillos, los rebeldes, los revolucionarios, que luchan tenazmente en contra del sistema; dando paso a los que ponen portadoras, o los que hablan frenéticos desde el “underground” con una suerte de groserías, insultándolo todo y a todos en una repetidora a altas horas de la noche. Y ahí los vemos de nuevo, sumidos en el incansable juego de construir estereotipos, sólo que esta vez desde “el lado oscuro de la fuerza”.



Ya nada queda del ideal quijotesco, del caballero del éter, del navegar hacia el cosmos en busca de respuestas, de querer maravillarse de la aleatoriedad de la propagación, de aprender con modestia, de ser mediador y no un gladiador, de ser cordial y servicial sin miedo a parecer servil, DE COMUNICAR junto al disfrute de COMUNICARSE, de enseñar no para escucharse sino para sembrar, de ser por sobre todo TOLERANTE, de UNIR en vez de DISOCIAR. ¿Pero sabes? Lo anterior me lleva a pensar que aun cuando llegue a un punto en apariencia apocalíptica, no es un mal que ataque a los radioaficionados es un mal que ataca a la sociedad y a los seres humanos en general. No son en virtud los hechos, no son las tecnologías, no es preferir los medios más adsequibles, más globalizados, y más faciles lo que matan la sociedad y la radioafición. Somos nosotros, nuestra indiferencia, y nuestra poca voluntad de buscar con esfuerzo sueños que poder conquistar. Creo también que en la medida que existan buenas personas que a su vez son buenos radioaficionados, y de hecho los hay, existe una esperanza de que este mundo maravilloso de la radioafición no muera. Y por lo mismo, crear la diferencia en uno mismo primero, para que en cadena cual efecto mariposa, se vaya gestando el cambio y vayan ganando los afectos y las esperanzas. No sembrar en los adolescentes cuando comienzan a ser adultos, sino cuando son niños y aprenden a soñar. Hablar y predicar más con el ejemplo virtuoso, hablar de ética y moral, justificar las leyes no como obligaciones sino como valores y virtudes, enseñar que los bienes son instrumentos y no metas que lograr. En fin.... queda mucho por hacer...



Perdón por el ponchazo!



Saludos cordiales, 73.



Fernando CD 5784.





14 de septiembre de 2011 01:49



¿A DONDE SE DIRIGE LA RADIOAFICION DEL FUTURO?

Por EA3OG

Me gustaría contaros una frase que me encanta, aunque pido disculpas porque ahora soy incapaz de recordar quién la dijo, una frase que dice así: “La vida es sólo lo que nos queda por vivir”.
Por si no os ha quedado claro el sentido, lo aclararé diciendo que lo pasado ya ha ocurrido y no se puede cambiar; el presente ya no tiene ningún interés porque ya lo hemos vivido también y, realmente, sólo cuenta lo que podamos vivir en el futuro; es decir, nuestras ilusiones por hacer algo, por participar en algo, por disfrutar haciendo algo; en resumen, todo lo que nos queda por vivir, porque lo que merece realmente la pena es la larga preparación de lo que será una breve acción o participación en alguna experiencia nueva.

El mundo está lleno de personas sin un futuro previsible interesante, especialmente todas aquellas que han llegado ya a cierta edad (debe de ser la 4ª edad, porque yo ya soy de la 3ª y no me cuento) en la que las limitaciones físicas hacen que sus posibilidades de “hacer algo nuevo” sean muy, pero que muy reducidas. Ya no ven ningún futuro interesante ni vislumbran ninguna actividad que les atraiga en el futuro. Ya solo disfrutan contando “batallitas” de su pasado, historias que repiten una y otra vez para desesperación de los que ya se las conocen de memoria.

¿Le está pasando algo así a la radioafición como colectivo? ¿Estamos viviendo de batallitas y no conseguimos descubrir un futuro que interese? ¿Cómo vamos a atraer a nuevas generaciones hacia los misterios de la radiofrecuencia si no les ofrecemos un futuro interesante que valga la pena? Comunicar, charlar con los amigos, hablar con dónde sea, cuando se quiera... eso lo puede ya hacer todo el mundo sin necesidad de un equipo de radio, sin necesidad de ser radioaficionado. Se puede hacer por teléfono (fijo o móvil), por agenda electrónica (por I-phone, Blackberry...) , por internet con el Skype y similares... y pronto bastará con el televisor (interactivo) y con la nevera (con pantalla y micro), y hasta con el portarrollos del papel higiénico, si a alguien se le ocurre fabricar el portarrollos electrónico.

¿Qué podemos ofrecer nosotros con la radioafición que suponga algún atractivo para las nuevas generaciones de jóvenes? ¿Dónde podemos encontrar algo que les proporcione experiencias gratificantes como las que nos ha proporcionado a nosotros la radioafición? Me parece que en el espacio terrestre actual lo tenemos crudo.

Por desgracia, aquí en la Tierra, sólo podemos aspirar a que algún día el país nos necesite para las comunicaciones de emergencia en una gran catástrofe. Aunque sería mucho mejor que nunca ocurriera, no sólo porque no la deseamos, sino porque descubriríamos que no estamos preparados precisamente para eso. Mientras tanto, tenemos que conformarnos con prepararnos con entusiasmo y espíritu de servicio, ejercitándonos en simulaciones que hasta ahora se limitan a coordinar cabalgatas, carreras ciclistas y otros acontecimientos deportivos y culturales. Nada que no se pueda resolver también con móviles y GPS. ¿Hacia dónde podemos dirigirnos nosotros para ilusionar y atraer nuevos futuros candidatos a radioaficionados? Está difícil aquí en la Tierra. Me temo que sólo nos queda realmente el espacio exterior. Sería un triste panorama si no dispusiéramos de innumerables posibilidades que no acabamos de desarrollar ni promover plenamente. Solo participan minorías en todo esto. Veamos la lista: - Satélites de todo tipo para escuchar e intentar comunicar, captar imágenes, analizar telemetría, etcétera, etcétera... - Un resplandeciente Sol para estudiar sus radiaciones electromagnéticas en las bandas que dominamos. - Una hermosa Luna para utilizarla como espejo para rebotes de comunicaciones. - Innumerables meteoritos para intentar comunicaciones por reflexión en sus estelas ionizadas y analizar su trayectoria y aparición. - Y todo un Universo lleno de planetas, estrellas, galaxias, nebulosas, quasars, etcétera, que emiten radiaciones electromagnéticas que la radioastronomía amateur puede explorar. ¿A qué estamos esperando para dedicarnos a promocionar el máximo posible todas estas actividades del futuro? ¿Qué para eso está la AMSAT, la URE y las demás asociaciones? ¿Por qué no me preguntáis qué está haciendo ahora el gobierno de turno para arreglarlo?

Seamos serios. Todos tenemos alguna responsabilidad y, si todos hemos disfrutado mucho haciendo cosillas gracias a la radio, ahora nos toca devolver un poco de lo bien que lo hemos pasado y contribuir con algún granito de arena a construir el edificio del futuro espacial. Sí, he dicho del futuro espacial.

Lo de las comunicaciones de radioaficionado de siempre ya no sirven para interesar a nadie. Son las batallitas de nuestros abuelos, porque resulta que los abueletes ya somos nosotros. Creía que ya había quedado claro al principio de estas líneas. Por favor, no dejes de aprovechar ninguna oportunidad ni dejes de echar alguna manita a cualquier asociación o colega que se proponga algo nuevo que sirva para promocionar la radioafición del futuro, no la del pasado. Contamos contigo.


73, Luis, EA3OG
¿ Qué es la Radio Afición ?

Por Miguel R. Ghezzi LU6ETJ





Desde un punto de vista formal veamos qué dice la definición acordada internacionalmente, refrendada en la última World Radiocommunication Conference en el año 2003, que le conceden un propósito universalmente reconocido. Dice en el original:

1.56 Amateur service: A radiocommunication service for the purpose of self-training, intercommunication and technical investigations carried out by amateurs, that is, by duly authorised persons interested in radio technique solely with a personal aim and without pecuniary interest.


1.56 Servicio de radioaficionados: servicio de radiocomunicación que tiene por objeto la instrucción individual, la intercomunicación y los estudios técnicos efectuados por aficionados, esto es por personas debidamente autorizadas que se interesan en la radiotécnica, con carácter exclusivamente personal y sin fines de lucro.


Esta declaración destaca como objeto principal los aspectos instructivos y de investigación; no se trata de un entretenimiento o pasatiempo sino que tiene un propósito socialmente valioso universalmente reconocido. Por suerte esos fines son al mismo tiempo divertidos, entretenidos e interesantes y por su propia naturaleza, incorporarán a nuestra vida muchos amigos que comparten el mismo interés.

Los radioaficionados vuelcan las aptitudes que han perfeccionado, desinteresada y generosamente a la sociedad que les presta su consentimiento y le otorga sus privilegios en el uso del espectro, sobre todo cuando cuando la situación lo requiere de su experiencia y conocimientos. Es conocida la presteza con que los radioaficionados de todo el mundo acuden cuando se presentan accidentes, o catástrofes de diversa magnitud.

Instrucción y estudios técnicos no implica, ni siquiera exige, construir el equipo que se emplea cotidianamente para realizar las comunicaciones, aunque esa es una buena forma de coronar el aprendizaje pero, si, implica, la aplicación de nuestra inteligencia a la comprensión, utilización y aprovechamiento de todas las posibilidades que la radio tiene. Siempre habrá preferencias, claro está. Alguno se inclinará por la construcción de equipos, otro dedicará más tiempo a estudiar los métodos para lograr comunicación con distintas regiones del orbe, mientras que un tercero tal vez prefiera estudiar las mejores maneras para servir en emergencias; al igual que en otros órdenes, hay que dominar varias facetas para lucir el prestigioso título de "Radioaficionado"... Al Radioaficionado se lo conoce también como "Radio Amateur" que quiere decir, justamente, "Quien ama la radio", esta designación conlleva un compromiso, pues siempre el amor implica un compromiso, y no de los más pequeños... Implica, por ejemplo, que un Amateur estará naturalmente mejor dispuesto que un profesional, pues su esfuerzo no está mediatizado por la necesidad económica, sino por el Amor y el placer del trabajo realizado libremente.

Es de esperar, en principio, que un ser humano cabal, será capaz de hacer más por amor que por dinero, por eso mismo un hijo estará mejor cuidado por su madre que por una institutriz contratada...

Con esto queremos destacar que un radioaficionado no está necesariamente relegado a una segunda categoría en el mundo del conocimiento, eso es un prejuicio; todo lo contrario, no hay más límite que el de nuestras fuerzas. Hay un ejemplo que recorre el mundo: uno de los sistemas operativos de computadoras más importantes está realizado por aficionados. Nos referimos al conocido Linux que iniciara Linus Torvald. Es el aporte de miles de personas que con entusiasmo y dedicación lo hacen posible, porque amor no es sinónimo de ignorancia...

Los radioaficionados emplean en su actividad casi todos los modos de trasmisión. Tanto los tradicionales como los de avanzada están en la mira de sus proyectos, la actividad ofrece un extraordinario sitio para el estudio de campo donde pueden llevarse a la práctica innumerables conocimientos. Todo un atractivo para los inclinados hacia la ciencia y la técnica de las comunicaciones o para aquellos que la curiosidad y la aventura los mueven a explorar los misterios de la naturaleza. .Con ella puede llegar a comprenderse una de las manifestaciones más ricas del universo. Conviene destacar que la radioafición no está signada por la búsqueda de nuevas tecnologías o el abandono de las más antiguas, por el contrario, trasciende esas metas pues representa una visión integral de esta relación del hombre con la naturaleza y con otros hombres, destinada a la realización personal y colectiva.

De su condición Amateur surgen todos los fines que puedan concebirse. La Radioafición no es una actividad solitaria, requiere "del otro", tanto para realizar un comunicado de prueba como realizar su misma razón de ser: La comunicación humana... Por ello el Radioaficionado es solidario, leal y sociable. Comparte el mismo mandato que cabe a la ciencia: el deber ético de comunicar y hacer públicos sus conocimientos y experiencias, para el bien común y el desarrollo de la actividad.

El intercambio franco y abierto es una característica que siempre caracterizó a los verdaderos Radioaficionados. Nuestra actividad es frecuentemente creativa pero más a menudo recreativa... Recreación, significa literalmente "crear o producir de nuevo una cosa". Esa es la esencia de la experiencia de todo nuevo ser humano. Quienes nos han precedido seguramente han percibido un hermoso atardecer o sentido un gran amor; el nacer nos otorga la oportunidad de experimentar esos dones por nosotros mismos y eso dota de sentido a nuestra existencia. Por ello, no interesa si la radio a Galena fue inventada o armada una y mil veces en un taller casero, lo que importa es que esta será la primera vez que usted la construye y, al igual que el amor o el atardecer, esa experiencia realmente es única, irrepetible, especial... porque es la suya...


El aficionado y la experimentación


La radioafición, en todas sus facetas, ofrece muchas oportunidades tanto para los aficionados como para aquellos que esperan desarrollarse profesionalmente en sus campos de acción. Nos permite comprender maravillas naturales que hacen posible el mundo moderno, de forma entretenida y amena. Para lograrlo debemos refrescar el espíritu curioso propio de los niños. Todo niño es un investigador ávido e incansable, también un aventurero perseverante y un consumado experto en resolver dificultades, por cierto. El niño no retrocede ni se atemoriza ante las formidables desafíos que propone el complejísimo mundo que desea entender. Para ello debe aprender a decodificar el significado de complejísimos estímulos visuales y auditivos, interpretar un lenguaje repleto de abstracciones, reconocer signos de todo tipo, dominar el equilibrio y la maestría en el uso de los músculos, aprender a comunicarse, a leer, a escribir, memorizar millones de datos; todo gracias a su insaciable curiosidad y perseverancia. ¡Todos fuimos ese niño! y esa capacidad siempre está presente en nosotros, aunque a veces yace dormida.

Es un hecho probado científicamente que los humanos podemos aprender hasta muy avanzada edad. Ser curiosos, hacer preguntas, no rendirse ante pautas que nos limitan, como el temor a parecer ignorantes cuando no sabemos... La mejor forma de tener una conversación creativa con los colegas es plantearse problemas y soluciones, compartir lecturas, encarar estudios, realizar proyectos en común que, por sus desafíos, darán motivo para intercambiar opiniones e ideas.


El método científico y la radio


Solemos decir que la Radioafición es un "hobby-ciencia", suena bien y quizás nos haga sentir más importantes, para que en verdad lo sea, entonces, convendrá prestarle atención a la parte que dice "Ciencia"... La ciencia moderna ha logrado que la humanidad pueda controlar rápidamente muchas fuerzas de la naturaleza que le fueron negadas a nuestros predecesores, quienes no poseían un método suficientemente efectivo para entender la naturaleza y operar sobre ella en muchos aspectos. Se precisaron muchos siglos de lucha y esfuerzo para descubrir una manera de abordar el conocimiento capaz de dar tantos frutos..Si recordamos que muchos hombres de enorme inteligencia y perspicacia fracasaron en su intento por desentrañar muchos misterios por falta de un método adecuado, advertiremos que sin un método de trabajo correcto no resulta fácil avanzar.

La idea de que podemos enfrentarnos con conocimientos que llevó siglos desentrañar, sin más recurso que nuestra intuición y alguna lectura o charla casual es, por lo menos, ingenua... Se necesitaron genios para descubrir las leyes que hacen posible la radio y, aunque hoy, con muchísimo menos esfuerzo cualquiera puede comprenderlas, eso no implica "ningún esfuerzo". En un hobby tan ligado a la ciencia, aquel que se dispone con perseverancia y método, rápidamente alcanza sus objetivos, por complicados que sean, sin esta disposición de ánimo, el progreso resultará pobre, igual que en cualquier arte o deporte. Recoja todo el conocimiento que pueda sobre un tema antes de formular sus hipótesis. Una educada respuesta tentativa será una hipótesis. Las hipótesis no tienen que ser correctas, son "tentativas", justamente el resto del método consistirá en testearlas. Una forma de probarlas es hacer predicciones, de la forma: - Si mi hipótesis es correcta, debería suceder esto cuando hago esto otro - Es necesario realizar suficientes experimentos antes de sacar conclusiones, no alcanza con una o dos observaciones.


Una teoría científica en regla ha sido sometida a muchísimas pruebas rigurosas sin fallar en ninguna de ellas. ¡Una teoría no es una hipótesis! Cuando alguien dice: "- eso sucede en teoría pero en la práctica no funciona... -", es porque ignora cómo se han llegado a formular las teorías y ¡no conoce la naturaleza el método científico!

Una de las situaciones que más confunde a un aficionado bisoño son relaciones causa - efecto equivocadas. Una analogía corriente servirá de ejemplo: Cuando enfermamos, digamos de sarampión, nuestro organismo responde con un aumento de temperatura corporal y una erupción en la piel. Todos sabemos que el sarampión en una enfermedad que produce ambos síntomas, la erupción y el aumento de la temperatura, porque así nos lo han enseñado, pero es posible que alguna persona con poco o ningún conocimiento médico utilizando el "sentido común", dedujera que la erupción se produce "por causa" de la elevación de temperatura. Lo mismo sucede en una tormenta; pareciera que el relámpago es responsable del trueno porque lo vemos primero (pues la luz viaja más rápido que el sonido). Pero en realidad tanto el relámpago (el destello luminoso) como el trueno (el sonido) resultan de la violenta descarga eléctrica que causa los dos. Si la radioafición es un "hobby-ciencia" entonces será necesario ir adquiriendo hábitos científicos para aprender a reconocer las verdaderas causas en los efectos observados.